“Una empresa es un proyecto muy difícil que exige muchos cuidados y atención. No se puede dejar a la suerte porque por la suerte nada funciona, aunque no se si pudiéramos llamar sortilegio al destino que he tenido de convivir con mi esposa y con mis hijos, con sus esposas y esposos y con mis nietos que son una bendición. Podemos dar gracias a la vida que nos ha fortalecido por el trabajo. La fe y la acción dieron el producto que hoy exhibimos ante la vida y el destino, tenemos una gran satisfacción. Todo nos ha sido propicio, fundamentalmente la gran unión de la familia,, la cual siempre ha permanecido unida. Creo en Vaalera y en su gran potencial comercial, creo en los Valeranos y en su gran hermandad, cero en mis hijos, en mis nietos y n mis grandes amigos.

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